El júnior masculino del FC Barcelona se proclama campeón de España

Otra vez final catalana como en febrero en la Minicopa. Aunque esta vez la balanza se ha decantado del lado azulgrana en un final muy ajustado y se han impuesto al DKV Joventut por 64-59.

Los júniors verdinegros salieron enchufadísimos al parqué gallego de Porriño, liderados por el ACB Albert Homs, que ha acabado con 17 puntos. Los engranajes del equipo azulgrana parecían encallados y el base catalán Lluís Costa no repartía juego con claridad. Así, se ha llegado a la máxima diferencia verdinegra (18-32) a pocos minutos para el descanso.

En el tercer cuarto el conjunto azulgrana ha reaccionado y se ha puesto dos arriba (50-48) tras un parcial de 10-0. Carles Gasqué y Josep Pérez han sido los artífices de la remontada, que intentaba frenar el verdinegro Guillem Vives, con 9 puntos tras el descanso.

Siguiendo la tónica de los partidos anteriores del torneo, se ha llegado a un final igualado donde las defensas han primado sobre los ataques. Mientras Homs y Costa, con más de 37 minutos en pista, dirigían sus equipos, ha empezado el festival del azulgrana de Josep Pérez encandenando dos triples para dinamitar el partido a falta de un minuto y medio. La presión verdinegra final no ha sido suficiente para un FC Barcelona que se lleva el campeonato nacional júnior por segundo año consecutivo.

Medio millón de razones para salir de la crisis

A lo largo de los últimos años el deporte de formación ha crecido de manera espectacular en Catalunya. Y el baloncesto ha contribuido a ello notablemente. Actualmente, entre jugadores, entrenadores, árbitros y delegados hay casi 100.000 licencias. 100.000 personas potenciales que cada fin de semana se ‘mueven’ para que el engranaje del baloncesto base no pare. ¿Hasta dónde ascendería la cifra si contamos a los familiares que acompañan a los jugadores?

Jugadores y jugadoras, porque más del 40% de las licencias son femeninas. Este crecimiento constante y anual hace que cada fin de semana se jueguen 3.000 partidos en Catalunya, lo que otorga al baloncesto base catalán una dimensión fuera de lo común en el ámbito deportivo.

Es obvio afirmar que el baloncesto base genera dinero, sino no existiría. Es duro pero es así. Lo que no es tan obvio es advertir que mueve tantísima gente. Si sumamos las personas con licencia federativa con los familiares, el baloncesto base mueve cada fin de semana cerca de medio millón de personas. Así, el baloncesto pone su granito de arena para reactivar nuestra maltrecha economía.

Todos estos datos animan a pensar que los recortes no están afectando tanto al baloncesto de formación catalán y, cuando el país se recupere de la crisis, esperemos que las cifras se disparen para conseguir, algún día, ser el deporte rey.